Análisis Político

Regreso a clases ¿necedad o responsabilidad? 

ANTONIO FRAUSTO

Con un alza en los contagios de Covid 19 debido a la tercera ola de la pandemia, muchos de la nueva variante Delta y con gran parte de los estados retrocediendo en el semáforo epidemiológico ¿es viable que millones de niños y jóvenes en nuestro país vuelvan a clases presenciales en agosto?

De acuerdo con la Secretaría de Salud Federal, al 27 de julio nuestro país contabilizaba 2 millones 771 mil 846 casos totales, de los cuales, 239 mil 079 personas habían perdido la batalla contra esta terrible enfermedad.

En Tamaulipas las cifras tampoco son alentadoras, hasta ayer la Secretaría de Salud en la entidad, informaba de 65 mil 190 casos positivos totales y 5 mil 590 defunciones; encontrándose el semáforo en naranja.

A pesar de la crisis que se vive en estos momentos, el presidente López Obrador dijo, que ya no hay razones para que los niños no vuelvan a las aulas, por lo que aseguró que “llueva, truene o relampaguee” el 30 de agosto regresarán las clases presenciales.

Está comprobado que las clases online no son la mejor forma de aprendizaje y que son diversas las afectaciones que sufren los estudiantes en esta modalidad como: ansiedad, estrés, no desarrollan habilidades sociales y afectivas. Además de fomentar el sedentarismo al estar todo el día en casa.

Sin embargo, hay que preguntarnos, el sistema educativo en México ¿está listo para hacerle frente al Covid? Aunque quisiera decir que si, que todas las escuelas tanto privadas como públicas cuentan con la infraestructura y servicios necesarios, la realidad es que no, principalmente en estas últimas.

Estamos ante una enfermedad inédita y ni todas las medidas o protocolos sanitarios han evitado que millones de personas se contagien en el mundo, ni si quiera los países más desarrollados han podido detener esta pandemia.

Es cierto que el regreso a clases presenciales tendría un impacto positivo en varios aspectos, principalmente en la economía, reactivando todos los sectores secundarios a la educación, negocios como: papelerías, zapaterías, tiendas de uniformes, el transporte público y hasta el comercio ambulante que se encuentra a fuera de los planteles, aumentarían sus ingresos, además de que al hacerlo prácticamente volveríamos a los mismos hábitos sociales previos a la pandemia, pero ¿A qué precio?

Se imaginan si se concretara el retorno masivo a clases el próximo 30 de agosto y que los contagios de Covid 19 se dispararan en las siguientes semanas. Lo peor, que los contagios no solo fueran en maestros y padres de familia, sino en niños y jóvenes que enfermarían por volver a las aulas.

Y si lamentablemente un porcentaje de ellos perdiera la vida, sería un costo altísimo el que pagaríamos como sociedad y qué decir del presidente, sería una decisión que lo haría pasar a la historia, no como un salvador que transformó a México, sino como un político cuyas decisiones dañaron lo más valioso que tenemos, nuestros hijos.

Una cosa que no hay que perder de vista, es que los estados tienen la autonomía de tomar sus propias decisiones en diversos temas, uno de ellos, es precisamente el de concretar el regreso a clases presenciales o no.

La maestra Magdalena Moreno Ortiz, subsecretaria de Educación Básica de la Secretaría de Educación en Tamaulipas, declaró que el próximo 2 de agosto el Comité Estatal de Seguridad en Salud, sostendrá una reunión en donde participarán la secretaria de Salud Gloria Molina, el secretario de Educación y diversos subsecretarios, así como el rector de la UAT José Suárez Fernández, en donde se establecerán puntos de acuerdo para un posible regreso a clases presenciales.

Cabe recordar, que han sido cientos los maestros de todos los rincones de Tamaulipas, que ya sea, por sus representantes sindicales o vía redes sociales, los que han rechazado el regreso a clases, argumentando que no existen las condiciones sanitarias para hacerlo.

No hay que olvidar que la Sociedad Estatal de Maestros y Padres de Familia encabezada por Miguel Ángel Tovar Tapia, se pronunció por no volver a las aulas e incluso desconoció al Comité Estatal de Seguridad en Salud, al asegurar que es excluyente, por lo que han solicitado al Gobierno Estatal la conformación de un nuevo órgano, que si sea representativo y en donde tengan presencia.

¿Qué pesará más para volver a clases? la cerrazón del presidente López Obrador, de regresar a las aulas en unas cuantas semanas o los índices de contagio de la pandemia en la entidad, así como las distintas voces que se expresan por el no retorno a los salones, ¿Qué decisión tomarán las autoridades estatales?

¿Qué pensará el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca ante esta situación? No hay que olvidar que la decisión que se tome en México y en Tamaulipas no sólo será de una medida de salud, sino también, política.

Si se decide regresar a clases presenciales, si se aplica un correcto protocolo sanitario que dé como resultado un mínimo de contagios, sin decesos de menores y se reactive la economía, sin duda la decisión se verá como un éxito, pero si por el contrario, los contagios son exponenciales y menores de edad se unen a las estadísticas de mortandad, la decisión sería fatal.

Al final ¿Qué sucederá en Tamaulipas conforme el regreso a clases presenciales en plena tercera ola del Covid 19? ¿Se impondrá la necedad o la responsabilidad?

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